El Cuidado de Sus Piezas

Lavar con agua fria

Lo ideal es que laves los
bañadores a mano, con agua dulce y jabón neutro. Debes evitar el agua caliente, de esta forma no dañarás el tejido y te durarán mucho más tiempo.

 

No escurrir

Este gesto tan común es tremendamente corrosivo ¡ No lo hagas!
Si quieres eliminar el agua antes de tenderlo, lo ideal es que lo dobles entre las manos y aprietes las palmas una contra otra para retirar el agua que sobra.
Si no retuerces el tejido, no lo debilitarás y evitarás que pierda su resistencia.

 

Secar los trajes de baños a la sombra

Otro pequeño error que cometemos en verano es el de tender la ropa al sol para que se seque antes. Te recomendamos que dejes secar al aire tu bikini o bañador, preferiblemente a la sombra. Así mantenrás tanto su color como su elasticidad.

 

Cuidado con los plásticos y la humedad

Otro error que solemos cometer es guardalo en una bolsa de plástico. Lo que ocurre en este caso es que el tejido se recalienta y el plástico acelera el proceso de desgaste.
Por tanto, si no puedes lavar y dejar secar tu ropa de baño en cuanto sales de la piscina o del mar el ideal es que envuelvas el bañador en la toalla o, en su defecto, en una bolsa de red.

 

Guardar de forma correcta

Esto es vital. En primer lugar debemos darle un lavado (aunque esté limpio).
Una vez que lo hayas secado al aire, debemos guárdalo en una bolsa de tela de esta forma lo protegerás de la humedad y el polvo y estará siempre listo para la siguiente temporada de baño.